Poco a poco, las piezas del puzle
empiezan a encajar. Varios testigos que han declarado ante los investigadores
de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargados del caso
de las facturas falsas de UGT-A, han confirmado que la federación andaluza del
sindicato se quedaba por sistema con comisiones que rondaban el 20% de las
subvenciones que le concedía la Junta de Andalucía para impartir cursos con
fondos procedentes de la Unión Europea (UE).
El Mundo ha tenido acceso a las
declaraciones ante la UCO de nueve trabajadores del Instituto de Formación y
Estudios Sociales (IFES), la fundación utilizada por UGT para impartir los
cursos. Sus testimonios forman parte del sumario de las facturas falsas que
investiga el titular del Juzgado de Instrucción nº 9 de Sevilla, Juan Jesús
García Velez.
Un trabajador detalla que UGT se
quedaba con el 20% de la subvención concedida por la Junta y que el 80%
restante se lo entregaba a IFES para que impartiera los cursos. Las comisiones
podían ser mayores. "UGT-A no sólo contrataba con IFES, sino que también
lo hacía con otras empresas a las que también retenía esa cantidad o incluso
otra mayor", recoge el acta de la declaración.
Poco a poco, las piezas del puzle
empiezan a encajar. Varios testigos que han declarado ante los investigadores
de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargados del caso
de las facturas falsas de UGT-A, han confirmado que la federación andaluza del
sindicato se quedaba por sistema con comisiones que rondaban el 20% de las
subvenciones que le concedía la Junta de Andalucía para impartir cursos con
fondos procedentes de la Unión Europea (UE).
El Mundo ha tenido acceso a las
declaraciones ante la UCO de nueve trabajadores del Instituto de Formación y
Estudios Sociales (IFES), la fundación utilizada por UGT para impartir los
cursos. Sus testimonios forman parte del sumario de las facturas falsas que
investiga el titular del Juzgado de Instrucción nº 9 de Sevilla, Juan Jesús
García Velez.
Un trabajador detalla que UGT se
quedaba con el 20% de la subvención concedida por la Junta y que el 80%
restante se lo entregaba a IFES para que impartiera los cursos. Las comisiones
podían ser mayores. "UGT-A no sólo contrataba con IFES, sino que también
lo hacía con otras empresas a las que también retenía esa cantidad o incluso
otra mayor", recoge el acta de la declaración.